Marcos
para enriquecer la enseñanza
En
mi trabajo como docente e investigadora universitaria y tecnóloga
educativa a lo largo de más de dos décadas, participé en proyectos
que centraron este esfuerzo en la enseñanza como práctica, como
objeto de investigación y como ámbito para el desarrollo de
innovaciones educativas. Fue allí que tuve la oportunidad de
desarrollar las consideraciones teóricas que configuran una suerte
de marco para este trabajo. En primer lugar, me preocupa distinguir
la enseñanza cuya fuerza se expande en el seno de la propia clase y
perdura en el recuerdo de aquellas prácticas que nos marcaron, a la
que denomino enseñanza poderosa (Maggio, 2012). Los docentes que
llevan adelante propuestas de enseñanza poderosa se destacan por lo
que crean en clase y por lo que dejan, que resulta perdurable en el
tiempo para aquellos que fueron sus alumnos. Entre los rasgos de la
enseñanza poderosa se destacan:
–
Da
cuenta de un abordaje teórico actual con referencia al estado del
arte, al modo o modos vigentes de entender los temas sustantivos de
un área o campo reconociendo debates, controversias, interrogantes
abiertas, matices y vacíos.
–
Permite
pensar al modo de la disciplina, haciendo explícitos los marcos a
partir de los cuales el conocimiento se construye, se valida, se
interpela y se vuelve a construir dando cuenta del conocimiento como
una construcción provisoria que se produce en un encuadre
epistemológico que también lo es.
–
Mira
en perspectiva, enseñando a cambiar de puntos de vista, no solamente
con referencia a los enfoques teóricos que propone sino respecto de
la propia propuesta de enseñanza, que bien podría ser, para bien o
para mal, diferente.
–
Está
formulada en tiempo presente, como concepción y creación que
reconoce los avatares del contexto político, social, cultural,
institucional, grupal y personal en su dimensión cotidiana y que al
hacerlo se carga de relevancia.
–
Ofrece
una estructura que en sí es original, a partir de la búsqueda
sostenida de propuestas creativas en una perspectiva didáctica.
–
Conmueve
y perdura dejando huellas que nos acompañarán a lo largo de la vida
y a las que podremos volver recurrentemente para reconocernos tanto
en lo que aprendimos como en nuestra capacidad de aprender.
En
la sociedad contemporánea la enseñanza poderosa realiza su fuerza
aprovechando las oportunidades que ofrecen las tecnologías de la
información y la comunicación. Por una parte, por el entramado que
las tecnologías ofrecen a los campos de conocimiento, con especial
referencia a internet por la oportunidad de acceso a la información
incluyendo: los diarios del mundo sobre los temas del día que tienen
que ver con un área de especialidad, los proyectos claves, las
investigaciones recientes, los trabajos referenciados por los pares,
las actividades que los colegas llevan adelante, sus publicaciones e
intercambios en línea. Cuando el acceso tecnológico genera
oportunidades para el aggiornamiento diario deja de ser una opción
para convertirse en una suerte de necesidad vinculada al conocimiento
especializado. En lo didáctico este reconocimiento se expresa en la
noción de inclusión genuina que busca dar cuenta, en el plano de
las prácticas, de los modos en que las nuevas tecnologías se
entraman en los procesos de construcción de conocimiento en general
y de modo específico por campo. La inclusión genuina reconoce el
lugar y el sentido de la tecnología en la construcción del
conocimiento y lo refleja y emula en el diseño de la práctica de
enseñanza.
Por
su parte los ciudadanos, y especialmente los adultos jóvenes que
constituyen la mayoría de nuestros alumnos en el grado de la
educación superior, empiezan a participar masivamente en las redes
sociales y otros fenómenos de la cultura digital. Como docentes nos
cabe la responsabilidad de reconocer estas tendencias sociales y
culturales para capturarlas en las prácticas de la enseñanza a los
efectos de dotarla de relevancia en términos de subjetividad.
Tenemos
entonces una doble problemática que abordar y articular: la
necesidad epistemológica que surge cuando reconocemos que las
tecnologías sostienen la trama de la construcción del conocimiento
en la actualidad y la tendencia cultural por la cual la subjetividad
de los jóvenes está profundamente atravesada por las tecnologías
en la sociedad contemporánea. Los programas gubernamentales masivos
de acceso a computadoras personales y los esfuerzos de las
instituciones por poner a disposición de la enseñanza entornos
tecnológicos de vanguardia ofrecen una oportunidad enorme a la
necesidad epistemológica y al reconocimiento de las tendencias
sociales y culturales. Los docentes tenemos la responsabilidad de
aprovechar estas oportunidades para reflexionar sobre nuestras
prácticas de la enseñanza, reconocer sus limitaciones y recrearlas
con el propósito de acercarnos a versiones más poderosas y
perdurables.
Maggio,
Mariana (2012).
Enriquecer
la enseñanza superior: búsquedas, construcciones y proyecciones.
En
InterCambios, Nº 1, 2012. Disponible en:
http://intercambios.cse.edu.uy